"La Lectura de Hoy": La ruta cero nace en La Chaira
Hola nuevamente, hoy les traigo un pequeño y pintoresco libro de un autor argentino poco conocido. Se trata de Ruben Risso.
El autor nació en 1990 en la localidad de Pregamino, en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Licenciado en Psicología se especializó en adicciones. Es un autor joven que con iniciativa a publicado ya varios títulos en editoriales como De la Fosa, Autores de Argentina, Sello Fantasma, entre otras. Coordinador de la Colección Pelos de Punta destinada a la difusión de autores argentinos del género terror y editor de La Otra Gameta, hoy dirige la editorial Sello Fantasma y forma parte de dicho colectivo.
Sus obras se encuentran clasificadas en el género de terror, terror gótico y novela fantástica.
Posee una escritura actual, vocabulario moderno y sin demasiada complejidad.
Debo reconocer que no es de mi gusto el género de terror, sin embargo me emocionó leerlo ya que encara el género desde lo psicológico. Juega mucho con la libre interpretación y sugestión del lector.
La obra en cuestión no es terrorífica, pero inquietante. Sorprende el giro contante y cómo se entrelazan las historias, aparentemente separadas.
La ruta cero nace en La Chaira tiene como hilo conductor a un pueblito imaginario perdido en medio de varios pueblos muy conocidos del centro-sur de la provincia de Buenos Aires. Cada microrelato incluido en el libro se relaciona con el éste paraje sombrío. Sin embargo te presenta, a lo largo del relato, otras señales que incluyen a los varios personajes en cada uno de los relatos de formas variadas.
El personaje principal de la obra es el pueblo y la singularidad que lo envuelve cuando el sol cae. Con un pasado nefasto y un futuro incierto, se desarrolla transversalmente en una serie de sucesos con visitantes de la actualidad y del pasado, que narra en forma de micro relatos. Cada capítulo se puede leer independientemente del otro como un cuento dentro del libro. Todos los capítulos logran cohesión gracias a entrelaza las historias de forma sutil, para llegar al clímax en un final abierto y tanto más misterioso como fantástico.
Debo reconocer que me llevó sólo dos horas leerlo. Me sorprendió uno de los capítulos totalmente escrito en un chat de Whats App de varios amigos; aunque atípico, es pintoresco y agradable.
El libro en sí no ofrece demasiado esfuerzo, pero la falta de recursos complejos no le quita lo entretenido.
Posee un lenguaje muy argento, por lo que si eres de latinoamérica te costará comprender ciertas frases muy locales.
Por lo demás es un libro grato de leer, para esos días dónde quieres pasar el rato sin complicarte sobremanera.
Si bien lo considero muy juvenil; ojo: posee sugerencias sexuales que quizás no sean apropiadas para un pre adolescente. Un sólo capítulo me disgustó, lo consideré un tanto innecesario y de mal gusto; pero es una apreciación muy personal.
Por lo demás; un buen libro.
Espero se animen a leer autores nuevos y hasta la próxima reseña.
L.K.Rodriguez
El autor nació en 1990 en la localidad de Pregamino, en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Licenciado en Psicología se especializó en adicciones. Es un autor joven que con iniciativa a publicado ya varios títulos en editoriales como De la Fosa, Autores de Argentina, Sello Fantasma, entre otras. Coordinador de la Colección Pelos de Punta destinada a la difusión de autores argentinos del género terror y editor de La Otra Gameta, hoy dirige la editorial Sello Fantasma y forma parte de dicho colectivo.
Sus obras se encuentran clasificadas en el género de terror, terror gótico y novela fantástica.
Posee una escritura actual, vocabulario moderno y sin demasiada complejidad.
Debo reconocer que no es de mi gusto el género de terror, sin embargo me emocionó leerlo ya que encara el género desde lo psicológico. Juega mucho con la libre interpretación y sugestión del lector.
La obra en cuestión no es terrorífica, pero inquietante. Sorprende el giro contante y cómo se entrelazan las historias, aparentemente separadas.
La ruta cero nace en La Chaira tiene como hilo conductor a un pueblito imaginario perdido en medio de varios pueblos muy conocidos del centro-sur de la provincia de Buenos Aires. Cada microrelato incluido en el libro se relaciona con el éste paraje sombrío. Sin embargo te presenta, a lo largo del relato, otras señales que incluyen a los varios personajes en cada uno de los relatos de formas variadas.
El personaje principal de la obra es el pueblo y la singularidad que lo envuelve cuando el sol cae. Con un pasado nefasto y un futuro incierto, se desarrolla transversalmente en una serie de sucesos con visitantes de la actualidad y del pasado, que narra en forma de micro relatos. Cada capítulo se puede leer independientemente del otro como un cuento dentro del libro. Todos los capítulos logran cohesión gracias a entrelaza las historias de forma sutil, para llegar al clímax en un final abierto y tanto más misterioso como fantástico.
Debo reconocer que me llevó sólo dos horas leerlo. Me sorprendió uno de los capítulos totalmente escrito en un chat de Whats App de varios amigos; aunque atípico, es pintoresco y agradable.
El libro en sí no ofrece demasiado esfuerzo, pero la falta de recursos complejos no le quita lo entretenido.
Posee un lenguaje muy argento, por lo que si eres de latinoamérica te costará comprender ciertas frases muy locales.
Por lo demás es un libro grato de leer, para esos días dónde quieres pasar el rato sin complicarte sobremanera.
Si bien lo considero muy juvenil; ojo: posee sugerencias sexuales que quizás no sean apropiadas para un pre adolescente. Un sólo capítulo me disgustó, lo consideré un tanto innecesario y de mal gusto; pero es una apreciación muy personal.
Por lo demás; un buen libro.
Espero se animen a leer autores nuevos y hasta la próxima reseña.
L.K.Rodriguez
