¡ Lunes de Cuento!
Hola a todos; he aquí un nuevo y (espero) ansiado cuento. ¡Disfruten, compartan y no olviden comentar!
Mi vista se perdió en el horizonte profundo de mis recuerdos; nada sería igual a partir de aquel tortuoso momento. La totalidad de mi existencia se resumía en el momento exacto de mi caída y, aunque había ansiado la libertad, nunca hubiera imaginado el precio que tuve que pagar por ella.
Todo comenzó una mañana, cerca del abismo del gélido páramo de Moroc, en el extremo norte del reino de los Drakosantes, amos supremos de todo en este mundo decadente. Yo fui siempre un fiel sirviente, destinado a complacer todos los designios de mi amo. Designado al nacer a un Drakosante, era su fiel guardián. Velaba por su seguridad, por sus intereses, pos su salud y bienestar. Mi amo, como todos los de su raza, no podían tolerar la luz del sol. Ésta los hería, dejándolos por completo ciegos; presas sencillas de cualquier depredador. El día nos pertenecía, a mi y a los míos, sirvientes insomnes iguales a mí. Mi raza no duerme, no lo necesitamos; situación muy conveniente para nuestros amos.
Así ha sido siempre, y jamás nadie discutió aquello; no antes de mí.
Yo crecí inquieto, curioso e intrépido siempre me metía en problemas. Mi amo me castigaba severamente, e incluso con mucho ingenio. Ningún Drakosante había tenido que castigar a su sirviente antes, o después de mí. Jamás me sentí a gusto; situación que resultó en un aislamiento total. No lograba entenderme con nadie, olvidaba mis deberes metiendo las narices en los libros prohibidos. Así pasaron años de mi vida entre soledades, aburrimientos, castigos y conocimientos. Mi mente estaba repleta de ideas, inútiles para mi amo, inquietantes para mí. Hasta que todo aquello gestó dentro mío una pregunta inevitable “¿ que pasaría si lograra ser libre?
Todo comenzó con esa simple pregunta; por lo que dediqué mucho tiempo a responderla.
¿Qué había más allá del abismo prohibido? ¿Por qué no se nos permitía adentrarnos en él? ¿Por qué los amos le temían tanto?
De a poco conseguí indicios que lograron fabular en mí posibles respuestas; una más aterradora que la anterior. Hasta que solo quedó una. La totalidad de las respuestas se resumía en una sola acción; un salto de fe hacia el vacío eterno. Y luego; la nada misma.
Desconocía como continuaría la travesía. Ignoraba el destino que me depararía y, por un tiempo, olvidé mi loca empresa.
Sin embargo un día el castigo de mi amo fue demasiado; mis alas tardaron tanto en sanar que no lograban realizar un vuelo constante. Ese día tomé la decisión más importante de mí vida; realizar el salto de fe y entregarme al abismo.
Y así lo hice. Cerré mis ojos, crucé mis brazos sobre mi pecho, cubrí con mis alas todo mi cuerpo en un abrazo eterno y me dejé caer deseando ser libre.
Perdí la cuenta del tiempo, del espacio, del vacío que me rodeaba, de mi vida entera. Caí años, siglos, eras enteras; sumergiéndome más y más en la oscuridad. Hasta que lo vi, al final, una luz; primero un punto débil, luego más espeso. Sentí como mis alas eran extirpadas de mi espalda por una fuerza invisible. El dolor era desgarrador e insoportable; el tormento logró hacerme dudar de mi decisión. Hasta que cesó.
Y aquí me encuentro, desnudo, tiritando de frío, con hambre y sueño, gritando sin ser entendido, en brazos se un ser que me mira cariñosamente. Siento un inmenso amor por éste ente, pero desconozco el por qué.
Perdí mis alas, ya no hay vuelta atrás; mi vida recién comienza.
Fin
L.K.Rodriguez
#megustaleer #cuentoscortos #caer #amor #letrasenespañol #angel #perder #llorar #dedialectoradenocheautora #honlibros #lamento #nacer #transformacion #letrasalviento #lunes
LIBERTAD
Todo comenzó una mañana, cerca del abismo del gélido páramo de Moroc, en el extremo norte del reino de los Drakosantes, amos supremos de todo en este mundo decadente. Yo fui siempre un fiel sirviente, destinado a complacer todos los designios de mi amo. Designado al nacer a un Drakosante, era su fiel guardián. Velaba por su seguridad, por sus intereses, pos su salud y bienestar. Mi amo, como todos los de su raza, no podían tolerar la luz del sol. Ésta los hería, dejándolos por completo ciegos; presas sencillas de cualquier depredador. El día nos pertenecía, a mi y a los míos, sirvientes insomnes iguales a mí. Mi raza no duerme, no lo necesitamos; situación muy conveniente para nuestros amos.
Así ha sido siempre, y jamás nadie discutió aquello; no antes de mí.
Yo crecí inquieto, curioso e intrépido siempre me metía en problemas. Mi amo me castigaba severamente, e incluso con mucho ingenio. Ningún Drakosante había tenido que castigar a su sirviente antes, o después de mí. Jamás me sentí a gusto; situación que resultó en un aislamiento total. No lograba entenderme con nadie, olvidaba mis deberes metiendo las narices en los libros prohibidos. Así pasaron años de mi vida entre soledades, aburrimientos, castigos y conocimientos. Mi mente estaba repleta de ideas, inútiles para mi amo, inquietantes para mí. Hasta que todo aquello gestó dentro mío una pregunta inevitable “¿ que pasaría si lograra ser libre?
Todo comenzó con esa simple pregunta; por lo que dediqué mucho tiempo a responderla.
¿Qué había más allá del abismo prohibido? ¿Por qué no se nos permitía adentrarnos en él? ¿Por qué los amos le temían tanto?
De a poco conseguí indicios que lograron fabular en mí posibles respuestas; una más aterradora que la anterior. Hasta que solo quedó una. La totalidad de las respuestas se resumía en una sola acción; un salto de fe hacia el vacío eterno. Y luego; la nada misma.
Desconocía como continuaría la travesía. Ignoraba el destino que me depararía y, por un tiempo, olvidé mi loca empresa.
Sin embargo un día el castigo de mi amo fue demasiado; mis alas tardaron tanto en sanar que no lograban realizar un vuelo constante. Ese día tomé la decisión más importante de mí vida; realizar el salto de fe y entregarme al abismo.
Y así lo hice. Cerré mis ojos, crucé mis brazos sobre mi pecho, cubrí con mis alas todo mi cuerpo en un abrazo eterno y me dejé caer deseando ser libre.
Perdí la cuenta del tiempo, del espacio, del vacío que me rodeaba, de mi vida entera. Caí años, siglos, eras enteras; sumergiéndome más y más en la oscuridad. Hasta que lo vi, al final, una luz; primero un punto débil, luego más espeso. Sentí como mis alas eran extirpadas de mi espalda por una fuerza invisible. El dolor era desgarrador e insoportable; el tormento logró hacerme dudar de mi decisión. Hasta que cesó.
Y aquí me encuentro, desnudo, tiritando de frío, con hambre y sueño, gritando sin ser entendido, en brazos se un ser que me mira cariñosamente. Siento un inmenso amor por éste ente, pero desconozco el por qué.
Perdí mis alas, ya no hay vuelta atrás; mi vida recién comienza.
Fin
L.K.Rodriguez
#megustaleer #cuentoscortos #caer #amor #letrasenespañol #angel #perder #llorar #dedialectoradenocheautora #honlibros #lamento #nacer #transformacion #letrasalviento #lunes
