Lunes de Cuento
Luego de un breve descanso les acerco un nuevo cuento.
El verano estaba a punto de llegar a su fin y Máximo no había logrado hablar con la misteriosa chica de junto. Su familia había alquilado nuevamente la casa de playa al sur del centro de Villa Gesell. Era un hermoso chalet de dos pisos, con salida directa a la playa; en medio de un bello bosquecito; en un complejo de no más de diez propiedades. Desde la ventana de Máximo se divisaba el chalet más cercano, situado a unos 30 metros del suyo, donde se alojó toda la temporada una hermosa muchacha de largos y rizados cabellos rojo fuego.
La niña no pasaba de los 16 años, bastante conveniente para él pues ese verano cumplió 17. El único problema es que no logró encararla en todo el verano. Cada vez que se decidía a dar el paso crucial ella desaparecía de su vista. Las veces que corrió a su encuentro el destino se las ingenió para que la perdiera. Las pocas veces que se animó a tocar a su puerta nadie respondió.
El verano terminaba con un gusto amargo. ¿Por qué motivo no lograba hablar con esa bella criatura? Simplemente no lo comprendía.
La mañana del último día se levantó decidido a enfrentarla, por lo que salió sin desayunar para sentarse en el pórtico del chalet vecino. Se pasó toda la mañana aguardando algún sonido, murmullos del nuevo día en su lúgubre interior. Luego de varias horas de espera su atención se situó en el peculiar estado del chalet: la pintura ajada se desprendía con el viento marítimo del medio día, la desvencijada madera crujía con cada vaivén de las ramas de las coníferas circundantes. Máximo se incorporó de un salto, las ventas estaban tapiadas. ¿ qué estaba ocurriendo? No lo comprendía. Observó más detenidamente la vieja casa de playa: antiguas marcas evidenciaban el castigo sufrido por incendios pasados. El estupor se apoderó de él, al tiempo que increpaba a un jardinero del predio preguntándole, desesperado, por lo ocurrido. ¿ Donde estaba la chica? ¿ Se encontraba bien? ¿Qué había ocurrido?
-¿El chalet 6? Se incendió hace seis meses, en el invierno. La pobre chica, la hija del matrimonio, ella estaba sola. No logró salir. Fue un problema con el gas, por eso ahora es todo eléctrico. No podemos arreglarlo hasta que el seguro termine...-
Máximo no entendía, por lo que volvió a preguntarle, desesperado…
-Si, la joven de largos y rizados cabellos rojos, blanca como la Luna; ella se quemó. ¡La pobrecita!, no sobrevivió.-
Fin
L.K.Rodriguez
#cuentos #cuentoscortos #ficcion #misterio #letrasenespañol #mar #fantasma #accidentefatal #dedialectoradenocheautora #honlibros #aparicion #letrasalviento #lunes #lunesdecuentos
Amor de verano
La niña no pasaba de los 16 años, bastante conveniente para él pues ese verano cumplió 17. El único problema es que no logró encararla en todo el verano. Cada vez que se decidía a dar el paso crucial ella desaparecía de su vista. Las veces que corrió a su encuentro el destino se las ingenió para que la perdiera. Las pocas veces que se animó a tocar a su puerta nadie respondió.
El verano terminaba con un gusto amargo. ¿Por qué motivo no lograba hablar con esa bella criatura? Simplemente no lo comprendía.
La mañana del último día se levantó decidido a enfrentarla, por lo que salió sin desayunar para sentarse en el pórtico del chalet vecino. Se pasó toda la mañana aguardando algún sonido, murmullos del nuevo día en su lúgubre interior. Luego de varias horas de espera su atención se situó en el peculiar estado del chalet: la pintura ajada se desprendía con el viento marítimo del medio día, la desvencijada madera crujía con cada vaivén de las ramas de las coníferas circundantes. Máximo se incorporó de un salto, las ventas estaban tapiadas. ¿ qué estaba ocurriendo? No lo comprendía. Observó más detenidamente la vieja casa de playa: antiguas marcas evidenciaban el castigo sufrido por incendios pasados. El estupor se apoderó de él, al tiempo que increpaba a un jardinero del predio preguntándole, desesperado, por lo ocurrido. ¿ Donde estaba la chica? ¿ Se encontraba bien? ¿Qué había ocurrido?
-¿El chalet 6? Se incendió hace seis meses, en el invierno. La pobre chica, la hija del matrimonio, ella estaba sola. No logró salir. Fue un problema con el gas, por eso ahora es todo eléctrico. No podemos arreglarlo hasta que el seguro termine...-
Máximo no entendía, por lo que volvió a preguntarle, desesperado…
-Si, la joven de largos y rizados cabellos rojos, blanca como la Luna; ella se quemó. ¡La pobrecita!, no sobrevivió.-
Fin
L.K.Rodriguez
#cuentos #cuentoscortos #ficcion #misterio #letrasenespañol #mar #fantasma #accidentefatal #dedialectoradenocheautora #honlibros #aparicion #letrasalviento #lunes #lunesdecuentos