Sobre Mi
¡Hola! Soy L.K.
Abrí mis inquietos ojos un día gris del año
1975.
Con demasiada imaginación, una extraordinaria curiosidad, y avidez de
respuestas, desde pequeña me gustó inventar historias. Cuando tenía 8 años pisé
por primera vez una Biblioteca y me enamoré: El olor de los libros, los
misterios que encierran sus páginas, el silencio ensordecedor del recinto.
Comencé con lecturas poco comunes para mi edad.
Ya a los 12 años había conocido
a Shakespeare, Oscar Wilde y Jane Austen. Mis intereses me llevaron a leer
Isaac Asimov, Ray Bradbury y Carl Sagan; allanando el camino para comprender a
Albert Einstein y Stephen Howking.
Estudié danzas clásicas, patín artístico,
artes marciales, computación, diseño, plástica, dibujo y pintura; expuse arte, gané torneos locales y medallas al mérito que poco suman en la vida. Llegué a las puertas de la adultez haciendo lo que quería, sin mucho dinero y
con bastante hambre, pero a fuerza de voluntad y con un carácter terco y
bravío.
Estudiante de Ingeniería Química hasta el cuarto año, la
vida se encargó de corregir mi camino mediante un accidente de tránsito, y yo
lo acepté. Abandoné la universidad y comencé a trabajar para una gran
distribuidora de libros de Argentina, donde desarrollé mis capacidades
administrativas y negociadoras durante más de 15 años.
Me casé con el amor de
mi vida, formando una familia hermosa con dos hijos varones excepcionales.
Cuando todo parecía encaminado, nuevamente un empujón del
"destino" corrigió mi rumbo y me obligué a replantear desde mi estilo
de vida, hasta las elecciones y el futuro deseado.
Aún sigo luchando con conflictos económicas y sociales
difíciles, con el apoyo de mi familia, pero segura de lo que quiero para éste nuevo tramo de mi vida.
Recientemente escribí un libro de novela fantástica, aún sin editar, y me
decidí a darle un enfoque distinto a mi verdadera pasión, aquella que comenzó
en mi temprana niñez: la literatura.
Soy, en resumen, una mujer con millones de vivencias; malas,
buenas y regulares; que aprendió que nada está dicho, todo es posible con valor
y convicción, y que lo más importante en la vida es ser feliz en lo que haces,
sin importar los resultados.
Aprenderás, tarde o temprano, que la vida es una montaña rusa. O, al menos, es así como encaré siempre mi vida;
expectante en la subida, ansiosa por lo que veré al llegar; terriblemente
temerosa en la caída, aunque me encanta gritar mientras el carrito se desploma
por la vía hacia el suelo porque sé, aunque pueda fallar y estrellarme, que
siempre volverá a subir.
Lo único que debe preocuparnos es que el carro se
detenga. Sólo mientras suba y baje; ganemos y fracasemos; sabremos que aún estamos vivos.
¡Bienvenidos y Bienvenidas a mi Blogg!